Hijo de Francesco Tracetti, músico galo belga que era chantre en la Iglesia romana de San Lorenzo en Damaso. Sabemos que Francesco tenía por lo menos tres hijos, Lorenzo, Innocenzo (también músico) y Giovanni Angelo. Durante su entrenamiento artístico, Lorenzo Tracetti (su verdadero nombre) conoció a Johannes Matelart (maestro di cappella de San Lorenzo en Damaso y compositor de la Intavolatura per Liuto, Roma 1559), y Vincenzo Pinti (quién sería conocido como el Caballero del Laúd) quién trabajó en el mismo palacio para el Cardenal Alessandro Farnese de 1563 a 1570. Su carrera activa empezó muy temprano, desde que en 1570 ya era tenido en gran consideración como laudista, considerado un “mostro di natura” por su excepcional virtuosismo y disputado por nobles y cardenales. Pasó probablemente en Roma la mayor parte de su vida. Desde 1570 hasta 1572 estuvo en el servicio del Cardenal Ippolito II en la Villa d'Este, y se dice que habría recibido la Encomienda papal de la Espuela Dorada (Speron d'Oro), un alto honor que también se confirió a Orlando de Lassus y a Wolfgang Amadeus Mozart. En 1580 ya era un hombre adinerado y compró una casa en Roma donde vivió con su esposa Lucrezia Paolini.

Fue descrito en las cartas de Annibale Cappello y Francesco Follonica como "un prodigio natural en esa profesión para su edad". Murió prematuramente en una calleja romana donde vivía con su esposa, Lucrezia Paolini. En ese tiempo la calleja no tenía nombre y era conocida como la calleja "ut dicitur después del Oso". La referencia es a la famosa vieja Posada del Oso, situada en una calle que todavía hoy lleva su nombre. La calleja "después de El Oso", hoy se llama "Vicolo del Liuto" (Calleja del Laúd), probablemente debido a una posada que tomó su nombre de la reputación del laudista. Parecen existir aproximadamente setenta piezas de Lorenzino, conservadas en siete impresiones y por lo menos dieciséis manuscritos. Una atmósfera de melancolía y una poética muy refinada saturan el arte de Lorenzino. La dificultad técnica, que estira los límites físicos del laúd,  nunca es un extremo en sí mismo, pero siempre se pone al servicio de necesidades expresivas diferentes y agrega a la elegancia de las frases y el pensamiento musical. Cada pieza trae crecimiento temático, riqueza de ideas y  episodios contrastantes que involucran todos los registros instrumentales, del más bajo al más alto.

Lorenzo Tracetti, generalmente conocido como Lorenzino del Liuto, estaba entre los laudistas más famosos de su tiempo y ejerció una fuerte influencia en la música de laúd en Italia y en otros países, donde las copias supervivientes de sus obras son testimonio de su reputación. Lorenzino del Liuto debe ser considerado entre los compositores que influyeron fuertemente en la literatura de laúd italiana y extranjera. Su música disfrutó amplia fama contemporánea a lo largo de Europa, un hecho del que varias fuentes supervivientes dan testimonio. Las antologías de su trabajo, publicadas entre 1601 y 1617, fueron impresas en varias ciudades de Europa, de Utrecht a Colonia, Nuremberg y Estrasburgo, y muchos de sus manuscritos fueron reunidos por laudistas extranjeros. Muchas décadas después de su muerte el nombre de Lorenzino se conoció todavía ampliamente. Puede encontrarse en el famoso libro de Ernst Gottlieb Baron, "Historisch-theoretisch und practische Untersuchung des Instruments der Lauten" (1727) (Investigación Histórica, Teórica y Práctica del Instrumento del Laúd) que define a Lorenzino como uno de los músicos más famosos y también es mencionado por Johann Gottfried Walther en su "Musikalisches Lexicon" (1735).

Lorenzino tiene una posición central en la música de laúd italiana del siglo XVI como un precursor, particularmente en sus preludios, del estilo Barroco temprano. Es útil recordar cómo los laudistas estaban entre los primeros de los primeros años del siglo XVI en lograr un alto grado de riqueza musical, madurez técnica y refinamiento. Como resultado el laúd llegó a ser considerado el instrumento principal. Su uso estaba extendido a lo largo de todas las clases sociales e intelectuales, su desarrollo comparable con el del piano en el siglo XIX. La música de Lorenzino debe ser considerada un valioso testimonio del alto nivel de virtuosismo logrado por los laudistas del Renacimiento y del Barroco temprano.